miércoles, 10 de octubre de 2007
La Maman et la putain
La corrupción de un bello cuerpo
que de blanco virginal
los gusanos crean un funesto gris
como estetas criaturas de lo inerte y lo muerto
como amantes de la ulceración y la inmundicia.
El hedor acre, seco, ocre... ¿o qué? Punzante y etéreo
de una hermosa mujer de curvas finas,
pelo encrespado,
rímel corrido y labios falsamente rojos,
que forman ahora una mancha ingente
en un pequeño rostro
que una vez
estuvo vivo.
La sibilante larva no ve el mal,
sólo quiere alimentarse, con un tenaz trabajo,
un masticar de piel, músculos, venas secas...
Ya no importa, come, pequeña larva,
come de lo muerto y vive tú
tu insignificante y ruin vida estúpida.
No dejes nada de esta mujer que fue una viva
y ahora es un cadáver putrefacto
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