jueves, 31 de enero de 2008


Tengo una mala noticia y una buena. La mala es que ni yo ni Oscar (mi marido) hemos ganado el concurso de la Sociedad galega de Sexoloxía. Yo me presentaba con mi relato Dínamo, del que ya leísteis la última parte; y Oscar envió dos dibujos de su musa, osea yo, en poses de lo más erótico-festivas...La foto que subí es uno de ellos, en directo es aún más bonito, porque el dorado brilla...él sí que debería haber ganado...así que ya veis, mi anatomía interpretada por el artista de mi novio...
La noticia buena es que ha conseguido una beca de 15 días en Italia para hacer un curso de lo suyo (es decir, ilustrión, pintura, eso...), concretamente en la Universidad de Florencia, y me lleva con él, así que en julio me voy a pasar 15 dias en Florencia por mi cara (u ojete, como se mire) bonita!!

Y para acabar, subo la primera parte del relato erótico que envié, aún falta la parte del medio, me tenéis que perdonar pero es que es muy largo. Sólo decir que es medio-autobiográfico, vosotros diréis que os parece, sin medias tintas,eh? que a mi eso no me va...


Un beso a todas y todos!!!!



Nunca hubiera imaginado, cuando me dieron el trabajo de modelo en la escuela de Artes de mi ciudad, que mi vida iba a cambiar de una manera tan radical.

Soy joven, y mi experiencia sexual se asienta en un par de novietes primerizos y decenas de amantes sin compromisos, unos atentos y dispuestos a darme el placer que buscaba, otros egoístas como animales, donde era yo la que tenía que buscar, más bien perseguir, un pobre y fugaz orgasmo de tercera.

Pero yo era feliz así, sin ataduras, y arriesgándome cada noche a un polvo magnífico, pésimo, o simplemente un polvo que olvidas a la mañana siguiente.

Todo eso era mi vida sexual antes de conocer a Akme. El día antes de empezar a posar en la escuela estaba tan nerviosa que me fui a casa a las nueve de la noche para depilarme concienzudamente. “Ten en cuenta que vas a estar rodeada de focos y hasta el último detalle será perceptible” me decían algunos amigos “No te preocupes, ellos te ven a ti, pero tu estás en una tarima y no ves nada, es como estar sola” decían otros...

Así que a la mañana siguiente me presenté puntual y perfectamente depilada en el Aula Magna de la escuela.

Tras un biombo me quité la ropa que me había puesto tan sólo diez minutos antes en mi casa, y me tapé provisionalmente con un batín que me había comprado mi padre por Reyes “Ese piso es demasiado húmedo, vas a coger una neumonía”

Cuando me lancé desde detrás de mi escondite a las miradas del público, no ví cara conocida, tampoco expresiones de aprobación o disgusto, sólo un grupo de estudiantes, chicos y chicas de mi edad, que me observaban como si fuese un modelo de madera articulado.

Los primeros cinco minutos pasé una vergüenza inusual en mí, yo, tan progre, tan liberal, incluso libertina, amedrentada por enseñar mi cuerpo ante diez o doce estudiantes adormilados. Pero pasado un tiempo, y a causa del aburrimiento, empecé a fijarme en la gente que me estaba pintando, y allí, en primera fila, vi un chico moreno, de pelo liso y sedoso, patillas, ojos cansados, y muy guapo. Era él.

No pude evitar imaginarme qué tipo de persona sería, aunque por su vestimenta no parecia muy diferente a mí. Tras cuatro horas posando y observando a Akme pintándome, me fui a mi otro trabajo con una sensación en el estómago y entre las piernas que aún hoy no me ha abandonado.

Esa misma noche soñé con él, cómo recorría mi cuerpo con sus pinceles, yo con los ojos cerrados y la piel de gallina, pero era distante, quería notarlo cerca, excitado, pero sólo era yo la que sentía placer, él estaba allí tocándome y nada más.

A la mañana siguiente me levanté como si tuviera un resorte bajo el colchón, y muy excitada. Había estado soñando con él toda la noche, o al menos eso me parecía a mí. La humedad entre mis piernas no podía mentir.

Ese segundo día como modelo fui segura de mi misma y deseando que él estuviera allí, en primera fila, o incluso mejor, a mi lado, cuanto más cerca mejor, los demás me daban igual, yo le quería a él.

Mientras me pintaba en una pose de lo más corriente, yo le miraba intensamente a los ojos, intentando captar un destello, una pista, un pequeño indicio de interés por mí, pero nada, él sólo pintaba, como una máquina, y eso me excitaba aún más.

Empecé a imaginarme que los demás alumnos y alumnas salían del aula y nos quedábamos solos, frente a la cristalera. Él me tumba sobre la mesa del profesor y empieza a recorrer mi torso con sus manos suaves. Enseguida mis pezones se ponen duros, noto su flequillo en mi abdmen, y enseguida la punta de su lengua roza mis pechos.

Me contorsiono repentinamente, este primer contacto con mi pintor me excita tanto que en seguida le pido que me penetre, no quiero que espere un segundo más, ya habrá tiempo después para mimos y caricias, ahora sólo quiero tenerlo dentro.

Cuando lo noto abriéndose paso dentro de mi, me complace comprobar que el tamaño de su pene supera con creces mis expectativas. Tiene una verga grande, ancha y muy dura, y una serie de escalofríos convulsionan mi frágil cuerpo denudo. Empieza a moverse cada vez más rápido, pero tengo que parar de imaginármelo porque me estaba excitando tanto que me dio miedo que pudiera notar algo la gente que tan minuciosamente se fijaba en los rincones y pliegues de mi anatomía.

Decidí guardarme esa fantasía para la noche, a solas.

En cada nueva sesión de pintura, me quitaba mi bata negra como si fuera parte de un extraño código Morse dirigido sólo a él. Primero me desataba el cinturón, me bajaba después un hombro, seguido del otro, mientras mi cuerpo y mi mente le decían a gritos:

“¿A qué esperas? ¿No ves que me lo quito únicamente para ti?”

Pero nunca pasaba nada y, al sonar el timbre de fin de clase, me volvía a tapar, me cubría una vez más con esa maldita bata que separaba mi cuerpo del suyo. No era un trozo de algodón cosido, era un inmenso y frío muro de hormigón que me separaba irremediablemente de la persona que deseaba.

4 comentarios:

Rockero Hi Fi dijo...

Felcitaciones a vos y a tu novio. El relato me gustó mucho. No me digas que realmente posaste desnuda???

el_iluso_careta dijo...

EXQUISITO RELATO...QUIERO MASSSS

Mr. TAS dijo...

no formo parte de ningún jurado, sino, te aseguro que te daba mi tarifa de sobornos para que me corrompieses!!

en cualquier caso, bonito relato... XD

Verito dijo...

bonito relato me gusto,pero aun falta una parte...
espero verla pronto
un saludo
besos!