El Barbo

Hoy subo un pequeño guión que escribí en verano, se lo enseñé a mi maridito y le gustó tanto que ilustrarlo será su proyecto final del módulo de ilustración que está acabando, es el mejor regalo del mundo!
Pero como aún no ha empezado a dibujarlo, subo otra foto de Londres, para envidios@s, jajajaja, son mis hermosos pinreles en la Tate Modern, a orillas del Támesis y junto al Globe Theatre De Shakespeare. Cruza la entrada de la galería una enorme brecha, parece que el suelo se está abriendo bajo tus pies, y así quedó la foto!

El relato original está en galego, pero lo subo en castelleno para que lo entendáis todos, además en la exposición del proyecto estarán también las traducciones al francés e inglés (a parte de español y gallego, claro) hechas por una menda!

beso!

EL BARBO

-Os voy a contar una historia que me pasó hace ya un tiempo

-Una mañana como otra cualquiera, me levanté para ir al baño, y en mi bañera...había un barbo!

-Era un ejemplar bastante grande, sobre 1'70 medía, y su constitución era majestuosa

-El caso es que empezamos a conocernos, nos gustamos y le dije que se quedase a vivir conmigo

-Hice de mi casa un colorido arrecife para que se sintiese a gusto...

-...y de esa manera no echase de menos su lejano hogar

-Así compartimos mucho tiempo, íbamos juntos a todos lados. A festivales y acampadas...

-A comer... Sorprendentemente, su comida favorita era el sushi!

-Paseabamos por la ciudad, íbamos a la playa...

-En la cama era mejor que cualquier humano!

-Y además descubrí en él un magnífico ilustrador. Era un barbo artista!

-Con todo esto, lo que más me sorprendió es que dominaba el gatuno a la perfeccción, una lengua milenaria que ya pocos practicamos.

-Cuando me quise dar cuenta, me había enamorado del barbo que encontré en mi bañera!

-Pero como ya os dije, eso pasó hace tiempo. Un buen día mi querido barbo empezó a perder escamas...

-Nos percatamos de que nuestros mundos eran demasiados diferentes, pero no queríamos separarnos

-Lo intentamos todo, me hice sirena una temporada, pero no funcionó. El destino nos separaba irremediablemente, y él volvió a su lugar

-Ahora lo recuerdo con tristeza: sus aletas, su barba, su olor salado...Me invade un vació en el pecho, un nudo en la garganta, y lágrimas en los ojos

-Cómo pensar que todos nuestros sueños caerían en saco roto? Queríamos ir a México, a Escocia, a Berlín...

-Aún así, guardo una esperanza...quién sabe si algún día, al irme a duchar, vuelve a estar en mi bañera!